Despierta con sabor metálico en la boca. Aliento agrio-fétido, el estómago trabajó mientras ella dormía. Símbolo de que un cuerpo sigue vivo: el tufo y el hambre de la mañana. Feminazi accede al sacrosanto mundo de la información sin antes hacerse asepsia dental. La verdad oficial para este día: la sangre ya está cuajada o calcinada en algún sitio, duerma tranquil@, usted no ha muerto, ayer ya es historia, el futuro vendrá, disfruta el día, nunca cambies :) ¡¡¡
La impunidad es la verdad oficial, o eso simula ser. Feminazi sabe que la impunidad también es una simulación. Ella también ha matado, pero a ella si la buscan. Quizás se vuelva activista y no asesina y convoque marchas multitudinarias por el derecho a impunidad para todos, o mejor aún, por el derecho de impunidad para todas. Feminazi sale de sus chaquetas mentales y vuelve a la verdad oficial: Feminazi es una perra, una putarraca, una malparida.
Feminazi espera en la parada la combi roja y escucha platicando al hombre piadoso poseedor de la verdad: Yo creo que Feminazi ha sido mal interpretada, quizás necesite un intérprete, quizás solo sea una mujer desesperada, quizás sea menopaúsica y de esa manera canaliza los bochornos, quizás este frustrada, acongojada, amargada por algún secreto suyo. Yo siempre trato de entender a las mujeres, las ayudo en sus errores y les doy buenos consejos. También sé decirles con que ropa se ven más buenas, sé que en el fondo me lo agradecen.
Feminazi escucha al piadoso tipo. La ruta roja hoy cambiara de rumbo, Feminazi baja tras el bondadoso interprete de mujeres que no dejo de mirarle las tetas de reojo y que no cerró las piernas para que otros cupieran en la combi. Feminazi se le embarra al sujeto en el callejón, él se siente un héroe cuando entonces escucha las últimas palabras en su vida: los piadosos deberían ser encerrados en los templos para ver si piden por piedad su libertad, luego, siente la deformación eterna de sus ojos que se han vuelto uno solo e inmenso.
Llegan los fotógrafos, las patrullas, tarde. En el suelo yace un cíclope con una pancarta encima:
Soy mi propia intérprete, y su mensaje oficial es claro: avasallaremos sus úteros y todo lo que en ellos nazca. ¡Está por verse caballeros! Feminazi
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