miércoles, 18 de febrero de 2015

Feminazi piensa en transformación.

Que mejor manera de distorcionar la realidad que intentándolo, haciéndolo, lográndolo. Quizás más caderas, piensa Feminazi, o más nalgas. Feminazi de plástico, lo cual traería una ecuación que sumaria más presas fáciles. Más victimas que se entregaban por si mismos a las serpientes que habitaban los cabellos de Feminazi.
Sumar más presas ¿cómo hacerlo más fácil? Feminazi va a las calles, dónde siempre encuentra respuesta. Avanzando entre las multitudes, las multitudes, siempre las multitudes, un ritmo diferente que habla, un volumen a más nivel que habla. Siempre las multitudes quienes transforman algo. Las multitudes quienes observan multitudinariamente las mentiras que informa la televisión sobre Feminazi. 
Charlot tenía razón, como en todo genocidio era la cantidad de muertos lo que brindaba prestigio al asesino. Entonces ¿por qué no asesinar en mayor volumen? piensa Feminazi. El negocio de las máquinas creadas para asesinar en serie, luego recuerda el silicón, la cirugía, todo va concatenando, y de repente lo escucha salir del cholo buenón del tatuajote: ¿qué? ¿no vino tu nalga?
Nalga, chichi, magnifica forma de reducir a una femina. Que mejor símbolo que ese para representar la lucha feminazi. Arma perfecta: la nalga asesina, la chichi asesina; así los relampagueas, los encandilas y los atacas al mismo tiempo. Ataque masivo. Tu nalga vendrá, piensa Feminazi mientras le sonrie al cholo sin emitir palabra.
Feminazi abre Google para investigar sobre armas masivas de feminazis. Feminazi encuentra tanques, vehiculos-arma, transportes para ataques masivos, transporte feminazi y armas de contraataque para la defenderse del ataque. Encuentra armas especiales y específicas para defenderse del ataque feminazi: brasieres gigantes, latas explota-chichis, bazucas explota chichis, miles de figuras fálicas que tenían una serie de metodos específicos contra la nalga asesina etc. 
¿Cómo adquirir un arma masiva como esas? la palabra siempre es sencilla, dinero, como todo en el mundo. 
Feminazi se da cuenta de algunos de sus errores de cálculo, será mejor comenzar a atacar banqueros y no empleados si quiere adquirir un arma masiva feminazi, pero para entrar a esos circulos, Feminazi necesita ser masiva. 
¿Entrenamiento masivo? Entonces el ejercito, piensa Feminazi, cuestión de no hacerlo cosa de o-varios sino de o-varias. Las esposas de los miembros del ejercito, ataque masivo de feminazis violentas, ataque de rabia de mujeres receptoras de rabia, contagio de rabia, como los dientes de Feminazi.
Las noticias de ayer: Dos militares muertos.
La violencia sube como la espuma.
Es tiempo de Feminazi.

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